Mientras la gente habla y da vueltas por la
habitación, observo que todo permanece intacto; la misma música discotequera de siempre entra
por la ventana, el mismo olor se desprende de la tela vieja y todos los juegos
con los que nadie jugaba siguen amontonados sobre el sofá. Parece que nada haya
cambiado ni evolucionado y es que la película de siempre se repite como un
bucle en mi cabeza. Y aunque se pudiera volver a empezar la historia desde el
principio, cometería los mismos errores y equivocaciones, pues no me arrepiento
de ellos. Porque sigo con los mismos miedos a no saber y con las mismas
inseguridades por no poder, que me hicieron tomar un camino. Y es que todas las
historias que empiezo se quedan sin final en la libreta, porque aunque
intente cerrar la puerta, el viento sopla más fuerte y me abre la ventana.
és poètic, no deixis d'escriure!!!!
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