jueves, 9 de junio de 2011

La evolución

En la Edad Media se dividía a la población entre privilegiados y no privilegiados, según la família en la que se nacía. Hoy en día, viajamos en avión, nos comunicamos a través de Internet y pagamos con tarjetas de crédito, pero parece ser que no hemos evolucionado tanto como nos pensamos.

En la actualidad, no es lo mismo ser ilegal, inmigrante que turista. Formar parte de la Comunidad Europea es todo un lujo, y al resto que los zurzan. Parece ser que los españoles podemos entrar y salir de Francia cuando nos de la gana, pero si tu origen es un país de la antigua Yugoslavia las cosas cambian, ya que debes pagar visados y hacerte pruebas médicas complicadísimas por que según ellos eres de la generación Chernovil.

Lo mismo pasa en España, donde los Alemanes pueden ocupar Mallorca, comprar casas y beneficiarse de la seguridad social; mientras que un marroquí que llega en busca de una vida mejor, es perseguido y llamado ilegal.

Así pues, el mundo aún divide a las personas en dos grupos, y por mucho que se hable de un mundo globalizado donde los americanos comen sushi, los alemanes escuchan flamenco, los franceses beben vodka, y los paquistaneses juegan al críquet, nuestro país de origen continua definiéndonos.