martes, 24 de abril de 2012

Entre copas


Vivimos rodeados de influencias que nos marcan como vestir, que peinado llevar, que música escuchar y hasta que beber. Y si pedimos una botella de agua, estando de fiesta con los amigos te miran mal o piensan que estas embarazada. Y es que ahora la moda de los treintañeros es el gintónic; y lejos ha quedado el calimocho de la adolescéncia, los chupitos de melocotón o el malibú con piña. Porque tomar gintònic “c’est la class”, cómo dirían los franceses.

Pero pedir un gintónic no es nada fácil, se necesita un curso especializado, que los hay, para saber como combinar; por que el bombay saphire se toma con piel de lima, hendrik’s con pepino y g’vine floración con uvas y frambuesa. Y cuándo cada uno tiene el suyo, va probando el de los demás para asegurarse que su gintónic es el más bueno.  

Yo por eso soy un poco clásica y continúo con mi tradición: cervecitas o  bodka con naranja. Y es que dicen que el bodka será la próxima moda, ¿soy entonces una marca tendencias?.

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