viernes, 20 de enero de 2012

Las armas del diablo

A lo largo de la historia, la iglesia siempre ha hablado de austeridad y pobreza, y aunque la mayoría de veces no cumplían con lo que predicaban, empiezo a entender cuál era su objetivo.

Resulta que la función de la publicidad es crear nuevas necesidades al ser humano para que compre y adquiera nuevos productos, cómo por ejemplo la necesidad de socializarse, pertenecer a un grupo y comunicarse con los demás. En el paleolítico bastaba con acercarse a la cueva del vecino, observar sus pinturas y compartir un mamut hecho a fuego lento; pero actualmente sin Internet ni whatsapp nos sentimos aislados del mundo.

Eso es lo que me pasaba a mí, que me perdía la mitad de cotilleos y bromas de mi entorno por no disponer de whatsapp. Y como a mí me gustan mucho los cotilleos, tuve que comprarme un nuevo móvil para sentir que aún formaba parte de la sociedad; de manera que ahora soy una adicta dependiente, que a todas horas necesita contarle a los demás lo que está haciendo.

Así que, ya no nos hace falta el contacto físico para satisfacer nuestras necesidades sociales, porque con las nuevas tecnologías lo podemos hacer desde el sofá. De hecho, cada vez hay más personas con relaciones sentimentales a distancia y sexo telefónico o virtual; y eso implica que el tema descendencia se complique más. Una sutil manera del diablo disfrazado de nuevas tecnologías para acabar con nuestra existencia. Pero no os preocupéis, pronto veremos al papa “salvador”despotricando contra esos nuevos aparatos, en vez de hacerlo con los preservativos.

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